jueves, 30 de junio de 2011

Me merezco un amor enorme, sin dudas, sin tiritas, sin gilipolleces. Un chico listo que sepa leer entre mis líneas y se agarre a mis curvas. Y que mis botas nuevas, que no me hacen daño alguno, me lleven a bailar. Que a todo lo divertido que se propase pueda clavarle mi sentido del humor. Me merezco doscientos amores brutales, aunque me baste sólo uno. Dormir todas las noches del mismo chico y que me parezca distinto. Que mil noches de jarana sean suficientes para que lo que busco me encuentre. Y que en los días nublados tenga un sol que me caliente el corazón. Mirarme y ver que no tengo miedo a querer porque no dejarán de quererme. Que los camareros se encaprichen conmigo y las copas me salgan gratis. Amigos insobornables que me cubran en la retirada y me devuelvan el mordisco. Querer disfrazarme de chica mala y que los demás intuyan lo valiente en mí. Abrirme la cabeza porque no me asuste la posibilidad de rompérmela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario