domingo, 12 de junio de 2011

Yo estaba ahí un sábado por la noche, besándote, juntando mis labios a los tuyos, saboreando cada una de tus caricias, entregándome al máximo para que la noche fuera perfecta y no una más. Mirándote a los ojos como si nada más que ellos existieran en este mundo. Olvidando los tacones y poniéndome de cuclillas para llegar a ti. Una y otra vez. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario