lunes, 4 de julio de 2011

Ya no llegan mis palabras a entregarse en cada canción. Son puro invierno, sin color, sin estrella y sin nada, ni nadie alrededor. Me pregunto otra vez por qué quieres saber, si no estamos equivocados. Es tan difícil creer que algo sea así, porque estamos rodeados de lo que no puede ser, de la mente y la sed de un futuro desesperado. Por lo que tú me das, con lo que yo te he dado.

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