Curiosa
imposición de la condición humana: sin la presencia de otro no podemos llegar a
ser nosotros mismos. Para llegar a ser inteligentes, debemos ser amados. El
cerebro, que era la causa del impulso hacia el mundo exterior, se transforma en
la consecuencia de nuestras relaciones. Sin apego no hay empatía. El
"yo" no puede vivir solo...
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