Piensa
por un momento cuán ridículo es vivir temiendo la crítica. Si estás haciendo lo
que consideras correcto, ¿por qué habrías de temer la crítica de los demás? ¿Te
preocupa que los comentarios u opiniones de otros puedan dañar de alguna manera
tu autoestima o la imagen que tienes de ti mismo? ¿Tienes miedo de dar tu
opinión o de hacer algo porque tus sentimientos podrían salir dañados? Si
realmente deseas mejorar tu autoestima, deja de permitir que otros sean
responsables de ella. En cambio, crea algo de valor. Marca una diferencia. Las
palmadas en el hombro son agradables pero al final del día lo que te hace
sentir bien contigo mismo, es haber hecho algo que valga la pena. Encuentra
valiosa retroalimentación en la crítica de los demás. Date cuenta que no puede
dañarte, sino que lo que en realidad puede hacer es ayudar. Avanza con la
tranquilidad de saber que estás marcando una diferencia, y de veras lo harás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario