viernes, 11 de noviembre de 2011



Todo ser humano tiene un sueño personal de la vida y ese sueño es completamente diferente del sueño de cualquier otra persona. Soñamos en concordancia con todas las creencias que tenemos y modificamos nuestro sueño según sea nuestra manera de juzgar, según sean nuestras heridas. A eso se debe que los sueños nunca sean iguales para dos personas. En una relación podemos fingir que somos iguales, que pensamos de la misma manera, que sentimos lo mismo, que soñamos lo mismo, pero eso es del todo imposible. Hay dos soñadores con dos sueños. Cada soñador soñará su sueño a su manera. Este es el motivo por el que necesitamos aceptar las diferencias que existen entre dos soñadores; necesitamos respetar el sueño de cada uno.

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